Los dos últimos días no he podido escribir porque empecé con fiebre y malestar general. El SARS-CoV-2 probablemente ha llegado. Espero que el Coronavirus no se tome como algo personal mi tradición republicana.
Lo que me pasa es muy poca cosa comparado con tanto dolor. Cuarenta mil casos, 24 ancianos muertos en una única residencia, los cadáveres en una Morgue de patines de hielo y celebraciones de cumpleaños, un hospital de guerra donde tantos congresos felices hemos celebrado, las UCIs de Madrid con el cartel "no hay entradas". ¿Cómo podemos vivir con las noticias de la muerte de tantos ancianos, en
la más terrible soledad y angustia ? ¿Qué sociedad puede soportar esto?
A estas horas, cincuenta mil casos y tres mil quinientos muertos, y el rayo que no cesa.
Se que no es tiempo para reproches, pero resulta lamentable que el personal sanitario, esos héroes con que se llenan la boca todos los políticos de este país, que cumplen su misión cada día y cada guardia, no sean protegidos por esos que tanto les alaban. Es inasumible que 5.000 sanitarios estén infectados. El colapso de los hospitales se va a alcanzar por la avalancha de enfermos, pero en estos momentos tanto o más por la pérdida de profesionales. Las urgencias, las UCIs las plantas, los pasillos repletos de dolor de los hospitales es lo que vemos en las imágenes cada día, pero nuestros médicos de Atención Primaria también están cayendo como moscas.
Se que nadie está preparado para algo así, para una pandemia de este calibre. Empatizo con todo el equipo de gobierno que gestiona este horror y se que lo hacen con todos sus recursos. Pero algo ha fallado de manera estrepitosa. No teníamos "la mejor sanidad del mundo" como se repite como un mantra por todos los políticos, incluídos los que la han masacrado en la última década. No teníamos un país moderno, capaz de manufacturar productos tecnológicamente avanzados, desde enzimas y oligonucleótidos para hacer las famosas PCRs diagnósticas, hasta fábricas de material sofisticado, ni el tejido científico que pueda dar soluciones a medio plazo. No vivíamos en el país "con más crecimiento de la zona euro", vivíamos en un país que compra todo en China, India, Pakistan... los supermercados de este mundo global, y que basa su riqueza en el "sol y naranjas" del turismo y el consumo desaforado.
Se que el mercado con su crueldad es ahora una lucha entre tiburones que trafican y ponen precio a mascarillas, batas y respiradores como ayer lo hacían con los "stock options" los fondos de pensiones, o los pisos de los fondos buitre. Pero algo ha fallado en la previsión de nuestros dirigentes y responsables para tener el material con el que proteger a nuestros héroes. Yo no quiero héroes, los heroes acaban mal siempre, quiero profesionales que hagan su trabajo, duro hasta la naúsea con los medios que necesitan y merecen. Y me resulta insoportable que algunas dirigentes descarguen su responsabilidad en "el mando unico", o que otros dirigentes sigan achacando todos los males a "Madrid" como si ellos pudieran salvarse solos, con una mezcla de supremacismo, victimismo y oportunismo político.
Madrid, es hoy una ciudad desangrada, como Barcelona, como Valencia, como todas las ciudades... Madrid es hoy una ciudad solidaria y dolorida, maltratada, como todas las ciudades.
Estos tiempos vuelven a demostrar que los ciudadanos somos mejores que los que nos dirigen.
Solucionen la organización de los recursos por favor, se arriesgan a un estallido social si los pacientes llegan a las urgencias y no hay nadie que les atienda. El ambiente está virando del miedo a la indignación, y el viento se impregna del dolor de las cenizas de los muertos, pero también esta acumulando el serrín de la impaciencia y la decepción... y una chispa puede encender la hoguera en esa atmósfera.
Vamos a un encierro en nuestras casas de dos meses si todo va muy bien. Yo vivo con mi pareja en un apartamento digno en el que tenemos espacio. Pero el stress de las familias encerradas con hijos en apartamentos pequeños es una tortura que requiere de mucha autoridad moral por parte de nuestros dirigentes para que sea aceptada cuando la situación se prolongue. Me resulta indignante los instagrams de los poderosos y los futbolistas y los actores que hacen campaña por quedarse en casa, y muestran sus mansiones de lujo con gimnasios, piscinas, jardines...
Nuestros futbolistas de élite ganan millones de euros al año, Messi 80 millones de euros y 30 millones en publicidad. Esos héroes tan jaleados ahora que se infectan porque nos cuidan, que están en los centros de salud, las urgencias y las UCIs ganan 70.000 € al año, los enfermeros 40.000 €. ¿Cual es la altura moral de una sociedad que acepta esto? No he visto a ningún futbolista en las puertas de urgencias atendiendo pacientes, algunos han hecho generosos donativos, y se agradece, pero hay algo obsceno en estas cifras.
Nada debe ser igual después de tanto sufrimiento.
Cuidate
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