Hay una fábula que es bueno recordar
siempre y también en estos momentos.
Os la resumo modificandola un poco.
Se
titula "El Anillo del Rey"
El Rey reunió a su corte y les dijo:
"He mandado hacer un precioso anillo con un diamante, con uno de los mejores orfebres de la zona. Quiero guardar, oculto dentro del anillo, algunas palabras que puedan ayudarme en los momentos difíciles. Un mensaje al que yo pueda acudir en momentos de desesperación total. Me gustaría que ese mensaje ayude en el futuro a mis herederos y a los hijos de mis herederos. Tiene que ser pequeño, de tal forma que quepa debajo del diamante de mi anillo".
Un anciano sirviente se le acercó y le dió un mensaje escrito en un papel minúsculo para que lo guardara en el anillo. "Este es el mensaje que tienes que guardar, pero no puedes leerlo hasta que estés en una situación sin salida".
Al cabo del tiempo el reino fue invadido por un enemigo invisible, el Rey se encontró acorralado y entonces abrió el anillo y leyó el mensaje. Decía sólo tres palabras: "Esto también pasará". Tras leerlo, el rey recuperó el valor y la serenidad y logró con mucho esfuerzo vencer a su enemigo.
Cuando se encontraba celebrando la victoria con todo su pueblo, el anciano se acercó y le dijo: "Ahora también tienes que leer el mensaje". El rey desplegó nuevamente el pequeño pergamino y leyó: "Esto también pasará".
Y quedó pensativo, reflexionando sobre
lo que podría venir en el futuro
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