Aquel
que eres 4.0
Calma tu impaciencia,
con el clamor de los silencios
y la música milagrosa del hombre.
Dirige tu mirada en la noche
al cinturón de estrellas, y escucha...
No temas al dolor ni al fracaso,
contempla los años y sus arrugas
como un regalo, asómate
al volcán extinto y sumérgete
en el agua oculta y su caricia.
Descansa, y construye más allá
del resplandor vacío del día,
del espanto de tus noches.
Porque es tu destino alcanzar
aquello que ya eres.
Acaricia la oscuridad y espera.
La luz que te habita
reptará por tu mirada
hasta que una voz resucite
de entre las piedras.
Serás para siempre esa palabra
que siempre estuvo,
sin tú saberlo, anclada en la carne
y que susurra en el dolor,
tu nombre verdadero.
Pepe Alcamí
Comentarios
Publicar un comentario