Un poema de amor en la dulce lengua Catalana. "Donam la má" de Papasseit



Hace mucho tiempo, yo tenía 16 años y acababa de llegar a Madrid. En mis horas libres recorrí solitario la ciudad. Pasaba largas horas en el Museo del Prado contemplando las Meninas y asistía a las exposiciones que no existían en mi ciudad natal, algo paleta por aquel entonces.

Una tarde caí en la Fundación March en la Calle Castelló para ver una exposición y ví anunciada una conferencia de Pere Gimferrer sobre poesía catalana. No le conocía entonces, nunca había oido hablar de él. Me encontré un señor raro con una melena algo grasienta en una sala con muy poca gente. Se dedicó a recitar poemas en catalán, Riba, Espriu, Salvat-Papasseit... me enamoró el ritmo de aquella lengua, la dulzura marina de los versos, recuerdo esta poesía que rescaté el domingo siguiente en la Cuesta Moyano de una Antología de poesía Catalana que es la primera que tuve. 

Cada idioma aporta algo diferente a la poesía, tan anclada en la cadencia, el ritmo... hay palabras hermosas en este poema que pueden traducirse pero que suenan diferentes en catalán: bategant/palpitante, galta/mejilla, copsador/vigía, aleshores/entonces...

Dóna'm la mà

Dóna'm la mà que anirem per la riba
Ben a la vora del mar
Bategant
Tindrem la mida de totes les coses
Només en dir-nos que ens seguim amant
Les barques llunyes i les de la sorra
Prendran un aire fidel i discret
No ens miraran
Miraran noves rutes
Amb l'esguard lent del copsador distret
Dóna'm la mà i arrecera la galta
Sobre el meu pit, i no temis ningú
I les palmeres ens donaran ombra
I les gavines sota el sol que lluu
Ens portaran la salabror que amara
A l'amor, tota cosa prop del mar
I jo, aleshores, besaré ta galta
I la besada ens durà el joc d'amar
Dóna'm la mà que anirem per la riba
Ben a la vora del mar
Bategant
Tindrem la mida de totes les coses
Només en dir-nos que ens seguim amant


Dame la mano

Dame la mano, iremos por la orilla
muy cerca del mar
palpitante,
tendremos la medida de todas las cosas
tan sólo con decir que seguimos amándonos.
Las barcas lejanas y las de la arena
tomarán un aire fiel y discreto,
no nos mirarán:
mirarán nuevas rutas
con la mirada lenta del vigía distraido.
Dame la mano, apoya tu mejilla
sobre mi pecho, y no temas a nadie.
Y las palmeras nos darán su sombra.
Y las gaviotas, bajo el sol que brilla
nos traerán el salobre sabor que empapa
al amor, toda cosa junto al mar:
y yo, besaré entonces tu mejilla;
y nos llevará el beso al juego del  amor.
Dame la mano, iremos por la orilla
muy cerca del mar
palpitante
tendremos la medida de todas las cosas
tan sólo con decir que seguimos amándonos.

Joan Salvat-Papasseit, Poemas de amor

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