Cuaderno de bitácora 14 de mayo. A vueltas con las mascarillas


       El niño también lleva mascarilla.  Photo by Macau Photo Agency on Unsplash
Esta es una discusión cansina que roza el ridículo.
Hagamos un poco de historia. Para el discurso oficial las mascarillas han sido sucesivamente calificadas de:
1. "inútiles"
2. "innecesarias"
3. "peligrosas porque dan una falsa sensacion de  seguridad"
4. "peligrosas porque la gente no sabe ponerselas"
5. "medida complementaria"
6. "recomendables"
7. "con una recomendación fuerte" (¿qué quiere decir una recomendación fuerte? ¿que sale de un gimnasio?)
8. "Obligatorias en el transporte público"
9. "¡Bueno, si se declaran obligatorias no está mal! ¡Pero lo importante es guardar la distancia social y el lavado de manos!"
10. "El problema de hacerlas obligatorias es que hay gente que no las soporta, como los enfermos crónicos o los niños o a los que provoca ansiedad"

¿Perdón? A todos los que veo por la calle sin mascarilla no cumplen ninguno de estos criterios. Además de que las mascarillas quirúrgicas producen menos disnea al no oponer apenas resistencia, las FFP2 que sí agobian más por la resistencia al paso del aire pueden tener valvula precisamente para estos casos.

Como os comenté en mi ya viejo "post" de este blog "La parábola de la zorra y las uvas", que os invito a revisitar,  las mascarillas tienen que ser obligatorias en espacios cerrados y también en espacios abiertos. Los argumentos en contra no se sostienen. Lo que hay que dar son mensajes claros y explicar qué mascarillas hay que ponerse según la situación de cada uno.

¿Recordamos algunas cosas que damos en primero de virología?
- Los virus respiratorios se transmiten por el aire
- Los virus respiratorios viajan en gotitas de saliva de dos tipos: "droplets o gotículas" de más de cinco micrones de diámetro, y "aerosoles", partículas de menos de cinco micrones de diámetro.
- Esas gotitas, especialmente las segundas, permanecen en el aire de un espacio cerrado 8-14 minutos en el aire. Al hablar producimos miles de gotículas y aerosoles según se ha publicado recientemente
- El diámetro de difusión depende de la velocidad con que se exhalen o el movimiento del sujeto que las produce. En una persona estática es de 1-2 metros, en un corredor la distancia de seguridad para no entrar en contacto con sus aerosoles es de 8 metros y para un ciclista se estima que hasta 20 metros. Esto para considerar lo que se denomina "distancia social de seguridad".
- Esas gotitas se depositan en la superficies donde puede permanecer desde horas hasta días
En resumen que el virus se transmite a partir de la respiración de una persona infectada de manera directa a través del aire o por contaminación de superficies como detallamos en este informe 

 Todos estos procesos de transmisión se ven frenados por las mascarillas. Nuestros colegas asiáticos no entienden que no se utilicen mascarillas en todas partes, y tienen razón.

Admiro a Fernando Simón y es un gran profesional, pero creo que en este punto el Comité de Alertas que dirige se equivoca al no hacer una apuesta directa por el uso OBLIGATORIO de mascarillas. Admitir un error es algo a lo que los científicos estamos acostumbrados. Admitir que las circunstancias, la escasez de materiales, aconsejaban que las mascarillas debían reservarse para el personal sanitario, es comprensible y defendible. Pero seguir utilizando seudoargumentos no es científicamente válido.

A que los políticos de este país lo hagan, decir una cosa y la contraria sin reconocer errores, estamos acostumbrados. Esperaba más de los técnicos. No es lo mismo decir "Bueno, si no hay más remedio que sean obligatorias" que decir "Hay que ponerse las mascarillas en todo momento, es obligatorio porque salvamos vidas"

Seguir defendiendo que lo importante es la distancia social es desconocer la realidad. Cuando salgo a la calle en mi hora de paseo diario, es imposible mantener la distancia de dos metros cuando te cruzas con alguien en una acera de metro y medio de ancho. En las avenidas y bulevares con aceras más amplias el acúmulo de gente lo hace imposible. El primer día que salí a pasear lo conté y el 80% de las personas que caminaban llevaban mascarilla. Ayer no llegaba al 40% y veía grupos de jóvenes paseando juntos en animada charla. Acababa de leer el artículo de PNAS sobre las miles de partículas de saliva por minuto que se exhalan al hablar y los veía con un halo de virus alrededor suyo, como los cuadros de los santos con su aura celestial pero esta vez llena de coronavirus. Una imagen imposible de evitar.

El otro apartado que no se si es para reir o llorar es ver a la gente con la mascarilla colgando de una oreja, por debajo de la barbilla, sobre la frente, sin tapar la nariz, hasta en la nuca o sencillamente colgada de la mano como un bolso.

Si todos llevaramos mascarillas y bien puestas disminuiremos mucho las posibilidades de un repunte. No podremos soportar una recidiva en el sistema. Os explicaré por qué en mi videoblog semanal pero ahora me parece importante lanzar este mensaje.

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